Historia. Familia. Amigos. Dedicación. Vocación. Muchas palabras podrían describir a nuestra bodega, Adegas Valmiñor, porque somos muchas cosas diferentes que se unen bajo una misma pasión: nuestros vinos. La bodega se fundó en 1997 pero nuestra tradición es ancestral. Amamos la uva albariña, pero también la treixadura, la loureiro, la castañal… Amamos nuestra tierra y todo lo que nos brinda. La respetamos y la cuidamos, porque ella es nuestro legado. Es nuestra vida.
Agua. Tierra. Aire. Sol. Cuatro elementos, cuatro fuerzas. Cuatro energías unidas en una misma tierra llena de magia. Un carácter único forjado bajo la atenta mirada de un mismo legado: el legado de O Rosal. El Atlántico y el Miño fusionados en un mismo aroma; la uva y la historia convertidas en caldos de calidad; la luz y el viento congelados en un mismo instante, en un mismo sabor. Así es nuestra naturaleza, nuestra fuente de vida y de inspiración: así son nuestros vinos.